Los perros de terapia no son perros de servicio o de asistencia. Los perros de servicio ayudan directamente a los humanos y tienen el derecho legal de acompañar a sus dueños en la mayoría de las áreas. En Estados Unidos por ejemplo, los perros de servicio están protegidos legalmente a nivel federal por las leyes, sin embargo los perros de terapia no proporcionan asistencia directa y no se mencionan en dicho estatutos. Las entidades pueden invitar, limitar o prohibir el acceso de los perros de terapia y en caso de permitir su presencia, deben cumplir requisitos muy rigurosos.

Muchas organizaciones ofrecen pruebas y acreditación para los perros de terapia. Esto se hace con el objetivo de asegurarse  de que el perro puede manejar ruidos fuertes y extraños, caminar sobre superficies desconocidas, acostumbrarse a las personas con bastones, sillas de ruedas o estilos inusuales de caminar o moverse, relacionarse bien con los niños, con los adultos mayores y con otros perros, permanecer quieto en un lugar, caminar con la correo floja, ser acariciado por personas desconocidas, entre otras cuestiones.