Terapia asistida por animales para niños con necesidades especiales

delfinoterapiaLa relación que surge entre los niños y los animales es un lazo natural, las mascotas se convierten en grandes compañeros y ayudan a que nuestros hijos aprendan el valor de la responsabilidad. Para los niños con discapacidades, esta compañía es especialmente valiosa, ya que pueden presentar dificultades para hacer amistad con otros niños de su edad, a causa de una baja autoestima. En estos casos los animales constituyen una oportunidad de conectar con otro ser viviente, aspecto extremadamente importante para el desarrollo de cualquier niño.


La Terapia Asistida por Animales les ofrece una experiencia llena de afecto sin condiciones y proporciona oportunidades para la terapia física y emocional. Esto incluye la terapia para el fortalecimiento de los músculos a través de paseos a caballo, nadar con delfines, así como un impulso de confianza mediante los perros de compañía. Estos animales promueven tanto la confianza como la autoestima, motivando a los niños a interactuar y hacerse más fuertes.

Equitación Terapéutica. Montar a caballo con fines terapéuticos ha ayudado a niños con una amplia gama de discapacidades, incluyendo el trastorno del espectro autista, el abuso de sustancias, la esclerosis múltiple, distrofia muscular, amputación, trastornos del desarrollo, lesión de la médula espinal, lesión cerebral, parálisis cerebral, trastornos convulsivos, visual y discapacidad auditiva, trastornos del aprendizaje, problemas emocionales, trastornos de ansiedad, problemas de comportamiento, entre otros. Montar a caballo mejora el tono muscular, el equilibrio, la postura, la coordinación motora, la concentración, la autoconfianza y la autoestima. La equino terapia se puede adaptar a las necesidades individuales, tales como el desarrollo de ejercicios específicos para músculos específicos, estirándolos, tonificándolos y fortaleciéndolos.  El movimiento de balanceo de la marcha de un caballo imita el movimiento natural de la pelvis durante la marcha, por lo que montar entrena al cuerpo para moverse de la manera correcta, además de desarrollar los músculos y mantener la coordinación necesaria para pararse y caminar.
Esto puede animar a los niños que no hablan para que le digan al caballo qué hacer. Una vez que el niño comienza a usar las palabras apropiadas, incluso el nombre del caballo, gana la confianza que conduce a un mayor desarrollo del habla.

Una vez que un niño se siente con fuerza y confiado, esta actitud es evidente en su actitud hacia el exterior. Van a notar que las personas a su alrededor los perciben de la misma forma, independientemente de si están sentados en una silla de ruedas o si tienen antecedentes de problemas emocionales. Una de las mejores cosas de la equino-terapia es el hecho de que un niño se olvida de que está trabajando como parte de un tratamiento, pues lo que hace realmente lo divierte.